lunes, 27 de junio de 2011

Sacagawea:

Sacagawea nació en una tribú Agaidikan («comedores de salmón») de los shoshone, cerca de lo que hoy es la comunidad de Tendoy, en el condado de Lemhi, en el estado de Idaho.
Cuando tenía aproximadamente doce años de edad, ella y otras jóvenes de la tribu fueron raptadas por una tribu adversaria Hidatsa, en una batalla que concluyó con la muerte de cuatro hombres, cuatro mujeres y muchos niños shoshone. Ella fue llevada a una aldea Hidatsa cerca de lo que hoy es Washburn, en Dakota del Norte.
Cuando tenía trece años, Sacagawea fue tomada por esposa por Toussaint Charbonneau un mercader francés que vivía en la aldea, que tenía ya otra joven esposa shoshone. Se dice que Charbonneau pudo haber comprado a ambas mujeres a los Hidatsa o que pudo haber ganado a Sacagawea en una apuesta.

La expedición de Lewis y Clark:
Sacagawea esperaba su primer hijo cuando la expedición de Lewis y Clark arribó cerca de las aldeas Hidatsa para pasar el invierno de 1804. El capitán Lewis y Clark construyeron un fuerte y entrevistaron a los nativos en busca de guías o traductores para su expedición, que avanzaría hacia el norte del río Misuri durante la primavera. Charbonneau fue contratado como intérprete cuando descubrieron que su esposa dominaba la lengua shoshone, ya que sabían que necesitarían ayuda de las tribus shoshone en su travesía.
Charbonneau y Sacagawea se mudaron al fuerte después de una semana. Lewis asistió el parto de Jean Baptiste Charbonneau el 11 de febrero de 1805, y le administró cascabeles molidos de serpientes cascabel para acelerar el parto. Clark y los demás miembros de la expedición llamaban al niño Pomp o Pompy, apodo puesto por su madre que significa «primer viajero».
En abril, la expedición dejó el fuerte y se dirigió hacia el río Misuri en piraguas, que tenían que ser haladas y desatascadas de las orillas. El 14 de mayo de 1805, Sacagawea rescató varios artículos que cayeron de un bote, entre ellos, los diarios y otras anotaciones que Lewis y Clark llevaban. Los comandantes de la expedición, que alabaron sus reflejos, decidieron llamar al río que cruzaban, en su honor, rio Sacagawea.
Sacagawea no sólo ayudó como guía al saber leer la geografía que les rodeaba sino que además les brindó protección gracias a sus conocimientos en plantas medicinales y curativas. También el pequeño Pompy fue de gran ayuda, ya que daba a la expedición una imagen pacífica que evitaba agresividad hacia los nuevos visitantes.
En agosto de 1805 la expedición había localizado una tribu shoshone e intentaba realizar un intercambio ya que necesitaban caballos para pasar las montañas rocosas. Sacagawea fue llevada al lugar a hacer la traducción requerida y descubrió que el jefe de la tribu era su hermano, Cameahwait.
Cuando llegaron finalmente al océano Pacífico, todos lo miembros del equipo, incluidos Sacagawea y York (el sirviente de raza negra de Clark), votaron para decidir el lugar en el que construirían el nuevo fuerte para pasar el invierno
Gracias a esta expedición, se realizó el primer cruce oficial del país, pasaron por lo que luego serán once estados distintos, y Estados Unidos anexó de forma definitiva el territorio de Oregón y la Luisana. Lewis fue nombrado gobernador de Luisiana.
Charbonneau y Sacagawea, al regresar de la expedición, pasaron tres años entre los hidatsa antes de aceptar la invitación de Clark de asentarse en la ciudad de San Luís (Misuri) en 1809. Ellos le confiaron a Clark la educación de Jean Baptiste, que fue inscrito en un internado de San Luis.
Sacagawea tuvo una hija, Lizette, en algún momento después de 1810. De acuerdo a Bonnie «Espíritu Caminante del Viento» Butterfield, los documentos históricos sugieren que Sacagawea murió en 1812 de una enfermedad desconocida.

La información confiable acerca de Sacagawea es en extremo limitada. Su rol en la expedición y la escasez de registros han llevado a que existan una serie de mitos que la rodean.

Sacagawea fue una mujer que se enfrentó a una historia trágica y supo sobreponerse a las dificultades, siguiendo siempre fiel a su propio corazón.

Hoy en día la moneda de un dólar estadounidense lleva inmortalizado aquel retrato de Sacagawea y su pequeño niño, además de encontrarse en todo el territorio estatuas, arroyos, lagos, parques, canciones, baladas y poemas que honran a Sacagawea más que a cualquier otra mujer en la historia norteamericana.

2 comentarios:

  1. Una història molt maca que ens torna a demostrar que sempre hi han hagut grans dones, encara que sempre els han otorgat un segon pla o les han obviat i altres vegades aniquilat.
    La dona si era amb caràcter i amb idees pròpies, fora, no interessava que fos superior a l'home.
    Però si busquem les podem trobar, i com tu has fet rescatar-la de l'oblit i retre-li un petit homenatge. CHAPEAU!!

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